La protección de la información digital es uno de los principales retos a los que se enfrentan las empresas e instituciones que recogen datos de sus clientes. Las brechas en la seguridad de los datos se pagan caras: con la retirada de confianza por parte del cliente.
La transformación tecnológica y la cada vez mayor digitalización de nuestras actividades es una tendencia imparable que se ha visto acelerada por el confinamiento impuesto por el coronavirus. Al margen de sus numerosas ventajas, el uso intensivo de los canales digitales ha supuesto una oportunidad para los ciberdelincuentes, que no han desaprovechado. Por eso, en los últimos meses hemos visto proliferar los virus maliciosos y los accesos no autorizados a la información sensible que almacenan las empresas en sus servidores.
Según el Barómetro de octubre 2020 de la consultora estadounidense especializada en ciberseguridad OpSecSecurity un 30% de los consumidores de todo el mundo han sido víctima en los últimos meses de una brecha de seguridad de sus datos, lo cual supone un aumento del 7% si tenemos en cuenta las cifras de 2019.
Por este motivo, no es de extrañar que más de la mitad de los consumidores (el 55%) piensen que las empresas no hacen lo suficiente para proteger los datos que les confían. La misma investigación revela que el 47% de los consumidores no se sienten seguros al utilizar su tarjeta de crédito en Internet ya que piensan que los hackers pueden robarles sus datos personales, su dinero o su identidad por fallos en la seguridad de las empresas a las que entregan esta información.
Otro dato a tener en cuenta es que solo el 9% de las personas que han sido víctimas de una estafa en Internet porque algún delincuente ha utilizado sus datos, han recuperado el dinero estafado.
Por todo ello no es de extrañar que un 28% de los consumidores hayan perdido la confianza en alguna marca debido a brechas de seguridad en los datos que le han facilitado y afirmen que no volverán a comprar a esa marca.
Por eso, cada vez es más importante realizar acciones preventivas que protejan la información y eviten que los hackers puedan acceder a los datos que almacenan las empresas e instituciones en sus ordenadores y servidores.
Si te interesa el informe completo, puedes descargarlo aquí. (solo está disponible en inglés)
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